martes, 21 de febrero de 2012

LOS NEUMÁTICOS EN BUEN ESTADO TE PUEDEN SALVAR LA VIDA

Alargar la vida de tus neumaticos te puede costar la vida

Un 16% de los accidentes de tráfico se deben al mal estado del vehículo.
Y en un  60 % de estos casos los neumáticos son la causa directa
Según el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS), más de la mitad de los accidentes
de tráfico, debidos al mal estado del vehículo, están relacionados con el estado de los
neumáticos. La presión inadecuada es la causa principal de este tipo de accidentes. Para la
prevención de estas situaciones peligrosas existen sistemas de control de presión que
avisan al conductor del cambio de presión de los neumáticos.
La presión inadecuada de los neumáticos provoca accidentes y graves daños
en su vehículo
Tal y como detalla el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS), en España hay un 16%
de vehículos implicados en accidentes con víctimas en el cual, dentro de las causas del
accidente, aparece relacionado algún defecto en su estado en el momento del siniestro. En
este sentido, el defecto que muestra el 60% de estos vehículos guarda relación con el
estado de sus neumáticos.
Varios de los nuevos modelos de automóviles que se lanzan al mercado incorporan los
denominados sistemas de control de presión, que previenen situaciones peligrosas en la
conducción avisando del cambio de presión que puede producirse en los neumáticos. De
este modo, el conductor es inmediatamente alertado si la presión de uno o más neumáticos
oscila fuera de los márgenes de seguridad predeterminados en el vehículo mientras se está
conduciendo.
Grave riesgo de accidente
Nuestra costumbre de mantenimiento nos dice que hacemos revisiones periódicas de
nuestro automóvil cada 30.000 kilómetros. Sin embargo para la mayoría de conductores
resulta difícil detectar el mal funcionamiento de un neumático por la falta o el exceso de
presión, habida cuenta de que la inspección visual ya no sirve en modo alguno con el uso de
neumáticos más rígidos y de perfil más reducido.
La baja presión en el neumático provoca una mayor superficie de contacto con el suelo, lo
que redunda en el aumento de su temperatura, con la consiguiente degradación de la goma
en los extremos de la banda de rodamiento, produciéndose así su desgaste irregular.
Conducir con la presión baja puede ser motivo incluso de su rotura o reventón. Por su parte,
el inflado en exceso repercute directamente en la reducción de la área de huella del
neumático con el suelo y en su capacidad de amortiguación.  Síntomas característicos de un problema de presiones en los neumáticos son cierta rigidez
en los desplazamientos laterales del automóvil, una menor estabilidad y un ángulo de deriva
que puede ser motivo de accidente. El control es problemático en frenazos, curvas y virajes
repentinos para evitar obstáculos. Casi la mitad de los pinchazos tiene lugar cuando la
presión de los neumáticos es demasiado baja.
Conducir con la presión baja cuesta más dinero
La baja presión de los neumáticos es además una pérdida de dinero, conducir con un 10%
menos de la presión recomendada incrementa el consumo de combustible en un 2%, al
tiempo que los neumáticos reducen su kilometraje en torno al 20% hasta quedar fuera de
uso.

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